Já nem sei de cor
os traços da tua pele morena,
como sabia nos dias
em que estava em casa
e ainda dormia.
O tempo corre vagarosamente,
escorregando-me entre os dedos
que te tocaram em parte incerta
no meio do deserto que sempre fomos,
sem nunca nos perdermos
na angústia da miragem
que ainda hoje nos persegue.
A aridez do teu corpo no meu,
às horas sempre iguais
que o teu velho relógio marcava,
esvai-se no meu pensamento
e encontra-se na realidade
que já sabes e não vês:
Que por mais triste que seja,
a eternidade que sobeja das coisas
se perde na efemeridade da vida...
E que infelizmente ou não,
nenhum de nós é imortal
nem tem moral
para criticar ninguém.
terça-feira, 23 de agosto de 2011
segunda-feira, 15 de agosto de 2011
Zapatos
Un día llegando a casa,
vi tu cuerpo muerto en el suelo,
con ansias de partir
para otro lugar que no el tuyo.
Y yo,
no sabiendo ni cómo ni por qué,
cogí tu fantasma en mis manos
y absorbí tu sangre en mis ojos
y tus miedos por la boca.
Tus palabras,
las que no dices sobre todo,
penetran mis oídos sordos
en sonidos de tranquilidad silenciosa
de nuestra rápida despedida,
hoy y siempre.
Ahora,
con la ventana abierta
y la televisión prendida en lluvia gris,
siento tus dedos en mi cabello
como si de un viento raro se tratara;
Una y otra vez me despierto de mi sueño,
tan pronto como tus besos
y tan difícil como la distancia.
Ya no hay poemas ni canciones
ni humores desafinados…
Pero mis zapatos,
los que me obligas a tener
para que no te ensucie la cama,
tienen siempre ganas
de volver a casa.
Subscrever:
Mensagens (Atom)